6 Problemas Comunes en Terapia de Pareja
Problemas en Terapia de Pareja
Iniciar un proceso terapéutico en pareja puede ser una experiencia transformadora, pero no está exenta de desafíos. Comprender los problemas en terapia de pareja más habituales permite prepararse mejor para este camino, fomentando una actitud abierta y constructiva desde el inicio.
¿Por qué es tan difícil iniciar una terapia de pareja?
Muchas veces, las parejas llegan con emociones contenidas, dudas sobre el proceso, o incluso con la intención de que el terapeuta incline la balanza a favor de uno. Saber ¿Cómo iniciar una terapia de pareja? correctamente ayuda a crear un ambiente de confianza y colaboración desde el principio.
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Realiza tu consulta con nosotrosLos 6 principales problemas en terapia de pareja
1. Enfoque individualista: un obstáculo silencioso
Problemas en terapia de pareja
Uno de los problemas en terapia de pareja más comunes y menos evidentes es abordar los conflictos desde una perspectiva individualista. Esto ocurre cuando cada miembro de la pareja centra su atención en sus propios malestares personales, sin considerar cómo sus comportamientos y emociones se entrelazan con los del otro. En otras palabras, se pierde de vista que la pareja forma un sistema interdependiente, donde las acciones de uno tienen repercusión directa en el otro.
Este error suele manifestarse cuando se intenta resolver los problemas de cada persona por separado, como si la terapia fuera un escenario de psicoterapia individual compartida. Por ejemplo, si uno de los miembros presenta ansiedad y el otro muestra signos de desapego, el terapeuta podría verse tentado a trabajar esos síntomas de forma aislada. Sin embargo, al hacerlo, se deja de lado la pregunta fundamental: ¿Cómo influye el desapego en la ansiedad del otro, y viceversa?
La terapia de pareja debe enfocarse en el vínculo, no en las partes individuales como entes separados. El objetivo es entender las dinámicas de interacción, los ciclos repetitivos de conflicto, los disparadores emocionales y las reacciones de cada uno frente a ellos. La clave está en identificar los patrones relacionales, como por ejemplo:
- Uno de los miembros se muestra controlador y el otro responde alejándose emocionalmente.
- Uno tiende a evitar las discusiones y el otro lo interpreta como desinterés, lo que genera reclamos.
- Ambos se exigen reciprocidad inmediata, lo que aumenta el resentimiento cuando no se sienten comprendidos.
Este tipo de enfoques relacionales permite trabajar sobre el sistema y no sobre los síntomas aislados. La lógica no es: «tú tienes que cambiar», sino más bien: «¿qué estamos creando juntos y cómo podemos modificarlo?».
Ignorar esta perspectiva sistémica genera confusión y frustración. Las parejas pueden sentir que «no están avanzando», cuando en realidad solo están trabajando los efectos y no las causas estructurales del malestar. Además, si el terapeuta cae en este enfoque individualista, puede reforzar sin querer la creencia de que el problema está en el otro y no en la relación en sí misma.
Por eso, iniciar una terapia de pareja con la mirada puesta en la interacción mutua es fundamental para obtener resultados sostenibles. Una de las primeras tareas del terapeuta debe ser ayudar a la pareja a salir del discurso de la culpa individual y entrar en una mirada compartida sobre cómo ambos construyen, mantienen o agravan el conflicto.
2. Buscar culpables en lugar de soluciones
Problemas en terapia de pareja
Una de las trampas más comunes al iniciar una terapia de pareja es caer en el juego de culpas. Es habitual que uno o ambos miembros lleguen al consultorio esperando que el terapeuta «dé la razón» a uno de ellos. Sin embargo, esta postura dificulta el avance del proceso y refuerza dinámicas destructivas.
Buscar un culpable desvía la atención del verdadero objetivo: entender las causas del conflicto y encontrar maneras saludables de abordarlo. Cuando una persona se siente atacada o responsabilizada por completo, es más probable que se defienda o se cierre, en lugar de colaborar.
En lugar de señalar, es más útil practicar un enfoque colaborativo. Aquí algunos cambios clave de actitud que pueden marcar la diferencia:
- En vez de decir: «Tú siempre haces lo mismo», intenta: «Me siento frustrado cuando esto sucede, ¿podemos hablarlo?».
- En vez de buscar quién tiene razón, pregunten: «¿Qué podemos hacer diferente la próxima vez?».
- Sustituye el juicio por curiosidad: «¿Qué estabas sintiendo cuando pasó eso?».
- Asume tu parte: «Reconozco que también contribuí al conflicto por no expresar lo que sentía a tiempo».
El objetivo no es determinar quién se equivoca más, sino identificar qué necesita mejorar la relación. Solo desde la responsabilidad compartida puede surgir un cambio auténtico y duradero.
3. Querer resolver todo en pocas sesiones
Problemas en terapia de pareja
Uno de los problemas en terapia de pareja más comunes es esperar que con solo una o dos sesiones todo mejore. Esta expectativa genera frustración cuando no se obtienen resultados inmediatos, y puede llevar al abandono prematuro del proceso. Es importante entender que la terapia es un espacio de exploración, no una fórmula mágica con resultados instantáneos.
Estos son algunos motivos por los cuales esta expectativa es irrealista:
- Los conflictos tienen raíces profundas: Muchas dinámicas disfuncionales llevan años formándose, y requieren tiempo para comprenderlas y modificarlas.
- El cambio emocional no es inmediato: Aceptar, perdonar o transformar una actitud lleva un proceso interno que no puede acelerarse artificialmente.
- Es necesario construir confianza: Para que ambos miembros de la pareja se expresen con libertad, primero deben sentirse seguros con el terapeuta y con el espacio terapéutico.
- La aplicación de herramientas requiere práctica: Aprender nuevas formas de comunicarse o resolver conflictos no basta con conocerlas; se necesita tiempo para integrarlas.
En lugar de enfocarse en la rapidez, es más efectivo comprometerse con el proceso, entender que cada sesión es un paso hacia la mejora y que el progreso real suele ser gradual pero significativo.
4. Esperar que solo la pareja cambie
Problemas en terapia de pareja
Uno de los problemas en terapia de pareja más frecuentes es acudir con la idea de que el cambio debe venir exclusivamente del otro. Esta expectativa genera frustración y bloquea el progreso, ya que impide el reconocimiento del propio rol en los conflictos.
La mejora de una relación requiere la disposición de ambas partes para revisar sus actitudes, pensamientos y formas de reaccionar. Cuando solo uno está dispuesto a cambiar, la balanza se desequilibra, y la terapia pierde efectividad.
Algunas señales de esta actitud son:
- Decir frases como «yo estoy bien, el problema es él/ella».
- Rechazar las sugerencias del terapeuta que implican introspección o autocrítica.
- Mostrar resistencia cuando se señala el impacto de los propios actos en la relación.
- Esperar que la terapia sea una herramienta para «corregir» al otro.
Superar esta postura requiere humildad, empatía y voluntad de trabajar en equipo. El cambio más poderoso en pareja ocurre cuando cada uno se compromete con su parte, en lugar de esperar pasivamente que el otro lo haga todo.
5. Mantener secretos relevantes
Problemas en terapia de pareja
Uno de los problemas en terapia de pareja que más impacta negativamente en el proceso es la ocultación de información significativa. Aunque es válido conservar ciertos aspectos de la vida privada, los secretos que afectan directamente la confianza, la convivencia o la intimidad deben abordarse en la terapia.
Ocultar estos hechos crea una barrera invisible entre los miembros de la pareja y reduce las posibilidades de lograr un cambio auténtico. Además, sostener un secreto en un espacio que promueve la honestidad emocional puede generar ansiedad y desconexión.
Algunos ejemplos de secretos que deberían tratarse en terapia incluyen:
- Infidelidades no confesadas, ya sean físicas o emocionales.
- Adicciones activas (alcohol, drogas, apuestas) que interfieren en la relación.
- Problemas financieros ocultos, como deudas no compartidas.
- Relaciones paralelas o vínculos afectivos no resueltos.
- Decisiones importantes tomadas unilateralmente (mudanzas, cambios de trabajo, hijos).
Revelar un secreto no significa destruir la relación, sino dar la oportunidad de reconstruirla sobre bases más auténticas. Si te resulta difícil hacerlo, puedes solicitar apoyo al terapeuta para gestionar el momento y la forma de hacerlo con respeto y contención.
6. No aplicar lo aprendido fuera del consultorio
Problemas en terapia de pareja
Uno de los problemas en terapia de pareja más comunes es que los avances logrados en sesión no se reflejan en la vida diaria. La terapia ofrece herramientas, pero su eficacia depende del compromiso de la pareja para implementarlas en su rutina. Si no se practican los acuerdos o técnicas, es difícil lograr un cambio real en la relación.
Para trasladar lo aprendido del consultorio a la convivencia diaria, se recomienda:
- Establecer momentos para conversar sin distracciones: designar espacios de diálogo sincero ayuda a mantener la conexión emocional.
- Practicar técnicas de comunicación: usar frases en primera persona, validar las emociones del otro y evitar interrupciones.
- Aplicar los acuerdos concretos: si en sesión se pactó una nueva forma de abordar los conflictos, es fundamental respetarla.
- Reconocer los avances del otro: expresar gratitud por los esfuerzos del compañero motiva la continuidad del cambio.
- Ser paciente con el proceso: no siempre se logra aplicar todo a la perfección, lo importante es la constancia.
El verdadero impacto de la terapia se construye entre sesiones. Lo que sucede fuera del consultorio es lo que transforma la relación.
Otros obstáculos frecuentes en la terapia
- Desconfianza en el proceso terapéutico: Algunas personas acuden con escepticismo, lo que limita el compromiso.
- Acudir demasiado tarde: Cuando la relación está muy deteriorada, las posibilidades de éxito disminuyen.
- Falta de compromiso: Si uno de los dos asiste a la terapia sin verdadera intención de cambio, se vuelve difícil avanzar.
¿Cómo iniciar una terapia de pareja de manera efectiva?
Recomendación | Propósito |
---|---|
Elegir al terapeuta juntos | Garantizar que ambos se sientan cómodos y escuchados |
Evitar buscar culpables | Promover la corresponsabilidad en el proceso |
Establecer acuerdos entre sesiones | Fomentar el compromiso con los cambios |
Expresar las emociones de forma asertiva | Mejorar la calidad del diálogo |
Acudir con mente abierta | Aceptar que el cambio comienza por uno mismo |
¿Qué beneficios trae superar los problemas en terapia de pareja?
Superar los obstáculos iniciales permite que el proceso terapéutico avance con mayor fluidez. Entre los beneficios que se observan con frecuencia se encuentran:
- Mayor empatía y comprensión mutua
- Reducción de discusiones recurrentes
- Reconstrucción de la confianza
- Mejor manejo del conflicto
- Renovación del compromiso emocional
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La terapia de pareja no es un camino libre de dificultades, pero sí puede ser profundamente enriquecedor. Conocer ¿cómo iniciar una terapia de pareja? de forma correcta, y evitar errores comunes, aumenta las posibilidades de éxito. Lo más importante es entender que el cambio comienza con uno mismo, y que toda transformación requiere tiempo, voluntad y colaboración mutua.
Si estás considerando iniciar una terapia de pareja, prepárate para enfrentar estos desafíos con honestidad y apertura. Superarlos no solo fortalecerá tu relación, sino que también enriquecerá tu crecimiento personal.